miércoles, 30 de diciembre de 2015

UN TERRIBLE TESTIMONIO...

Y se acaba el año!!! Pero hoy no seré yo quien escriba. Me siento en la obligación de ceder la palabra a "algo" muy especial. Creo que tiene varias quejas pero no vamos a coartar su libertad! Allá va...

***************          ***************           *****************

Hola. Me presento: soy un bonito bolso. Un amplio bolso de verano cuyo destino final fue servir a su patria... de bolsos... de regalo! Con tan mala suerte que mi nueva dueña (bueno, nueva nueva... ya nos conocemos hace tiempo) es una arpía, una explotadora! Llegué a mi nuevo hogar cargado de ilusiones. Yo deseaba ver mundo, vivir nuevas experiencias. Y sí, fue un gran shock darme cuenta de que las cosas no pintaban exactamente así. Nada de sacarme a pasear a diario, o con alguna asiduidad por lo menos! Pero soy un bolso la mar de obediente y nunca dejo mis obligaciones a un lado así que me conformé con las escasas pero intensas ocasiones en que conseguía ver el azul cielo. Yo soy, ante todo, un bolso fiel! Pero claro, lo que nunca llegué a imaginar era que, en lugar de mis merecidas vacaciones, cuando los veranos llegan a su fin, colgado detrás de la puerta o en algún armario, que no tengo preferencias al respecto, comenzaría otro trabajo mucho menos glamuroso cuando debería estar descansando!!!!!! Ahora resulta que la dueña, un ser egoísta que no piensa en más necesidades que las suyas, no en las de sus accesorios, pretende utilizarme para que le lleve sus pantaloncitos y demás utensilios a fisioterapia. Bueno, para ser exactos no lo pretende, lo hace!! Indignante! Una degradación de status completamente indignante! Los bolsos no estamos para eso! No sabe que existen las bolsas de deporte?! Y encima yo, bolso de verano pasando frío invernal?? Bah! Por más que me queje, acabo cumpliendo siempre con lo que se espera de mí... Pero no es eso lo más degradante! Que me tiene de bolso-transporte dentro de la misma casa! Dónde se ha visto eso, a ver?! Planta pa'rriba, planta pa'bajo, cargando de to'... botellitas de agua, móvil, pastillas, (está empastilla' todo el día!, yo no digo na'...)... Como si fuera problema mío que esté lisiada! Total, que soy un bolso explotado! Reclamo... no, más aún, exijo mis vacaciones! Y equiparar mi vida laboral a la del resto de bolsos :(

Y esta es mi trágica historia de la completa y absoluta degradación y humillación que estoy sufriendo en esta dura vida... Menos mal que me hicieron fuerte! Literalmente... De eso creo yo que se está aprovechando de este leal bolso. Ya se acordará de mi cuando llegue a la vejez y no me encuentre tan práctico! A ver cómo se las apaña... Si es que nunca debí haber nacido tan guapo y tan atractivo. Claro, tantos bolsillitos ya sabía yo que me traerían problemas...



 
Pero ante todo, soy un bolso muy educadito y aprovecho para desearos de mi parte y de la de mi dueña un muy FELIZ AÑO NUEVO!!!!






miércoles, 16 de diciembre de 2015

LA IMPORTANCIA DE UNA SONRISA...

Y ya estamos de nuevo aquí... Navidad! No es lo mío, lo reconozco. Bueno, lo sería si las circunstancias fueran otras pero por ahora son las que son. Pero por muy "chungas" que sean, hay una cosa que no debe faltar: la sonrisa. Soy consciente de que una sonrisa en la cara no equivale a estar bien. Llevar la enfermedad con una sonrisa en la cara no equivale a estar bien. La sonrisa no cura ni cambia los problemas pero sí que te hace llevar la carga con otro ánimo. La sonrisa no borra todo el sufrimiento ni el dolor diario pero sí hace que en los momentos en que no están presentes, o al menos lo están de forma menos abrupta, los olvides y puedas centrarte en cosas más interesantes. Yo no sé vosotr@s pero hay ocasiones en que aún estando mal en ese preciso momento y si estás con gente alrededor, dentro de lo que permite el dolor, mareo o lo que sea que sientes, tú sigues con tu sonrisa y puede llegar el momento de casi ni notarlo. Y por experiencia propia, tras 7 años de e. m., una señora e. m. en toda regla que no ha puesto nada de nada fácil, creedme: no dejéis de sonreir nunca! No faltan los momentos de calentarse la cabeza, los momentos en que ni una mísera sonrisilla sale, los momentos de los cambios de humor (la emotional liability ésa que no tengo demasiado claro cómo traducir al español). Pero si tienes la sonrisa ahí esperando a la puerta para ser rescatada en cuanto sea posible, incluso esos momentos se hacen algo más llevaderos. Y sí, es cierto que eso lleva a engaños y que la gente que te ve sonriendo constantemente se va a auto-convencer de que todo va genial. Es mucho más fácil para ellos. Y esto puede llevar a pequeños cabreos... lo digo por mí misma... que se convierten en una pequeña carga más a añadir a la saca pero aún así, merece mucho la pena. Nadie más que tú lleva esta compañía constante consigo y absolutamente nadie puede quitártela así que si no somos nosotr@s los que busquemos la forma de sobrellevarla... 

Y ahora voy a aprovechar para felicitaros la navidad! Que no sé si escribiré antes de fin de año. Lo intentaré! Pero por si acaso... FELIZ NAVIDAD A TOD@S!!! Sed felices y disfrutad mucho muchísimo, comed muchos polvorones y que los Reyes Magos y Papá Noel os traigan muchos regalos!


viernes, 4 de diciembre de 2015

EL GRAN CAMBIO

Hay muchas cosas que no se le pueden negar a esta enfermedad. Una de ellas es el cómo te obliga a aprender a renunciar a algunas de esas cosas que hacías en tu época pre-em. Oh! Esa maravillosa época de ignorancia y despreocupación (bueeeno, de despreocupación esclerótica, que el resto de las preocupaciones vienen ellas solas sin que las llamen...) en la que desconoces aún la importancia, no de llamarse Ernesto! (... véase la obra de Oscar Wilde, que no se me ha ido tanto tanto  la olla... aún! Tiempo al tiempo!) sino de absolutamente todas esas cosas que nosotros, como el resto de la humanidad sana, damos por hecho. Son obvias! Quién se las plantea? Pues supongo que alguien habrá por esos mundos de Dios pero vamos... que en general...  Que levante la mano el primero que en esta época pre se paraba a pensar en cómo caminaba, un pasito tras otro, consciente de cada movimiento necesario para desplazarse de un lugar a otro! O quién se paraba a pensar: eyyy! Hay que ver la de cosas que soy capaz de hacer en un día! Y no me cuesta nada! Qué cosas! Porque reconozcámoslo, cuando  llega el momento de tener que bajar el ritmo lo asociamos a cuando ya tienes una edad... al menos hablo de mí... Y de repente llega la cruda realidad , como la peli... Hoy estoy que me salgo con las referencias eh??? ;)

Y todo esto viene a que el otro día, mientras daba una clase, nos pusimos a cascar. Soy buena profesora aunque no lo parezca eh? jajaja. Es que tengo muy poquitos alumnos... bueno, de hecho 1 alumno y 4 alumnas... que llevan conmigo muchos años. A parte de restregarme por las narices de forma vil y miserable cómo voy haciéndome más vieja de una forma directamente proporcional a cómo ellos crecen... (Eran tan chiquitit@s! En sus tiempos...) ... cómo soy bajita y ellos, generaciones de gigantes que nos van a aplastar... Cómo están de guapetones... Cosas todas ellas de suma importancia . El caso es que tenemos una muy buena relación. Jamás me ha gustado ser una profe distante que se limita a enseñar lo que tiene que enseñar y si al niñ@ le gusta, bien, y si no, pues también. Siempre he preferido, en la medida de lo posible, enseñarles el inglés de forma que les vaya gustando y no lo vean tan tostón como en el cole. Madre mía, cómo me enrollo! jajaja. A lo que voy. Una de ellas, que no habla, noooooo!Qué va! No sé cómo salió el tema de la vida que llevaba cuando estaba en la universidad, horarios y esas cosas. Y al contarle, me vinieron a la cabeza cosas que tenía semi-olvidadas, que regodearse en esos asuntos no es bueno! Y recordé cómo en esa época me tiré años (más de los que dura una carrera) levantándome a las 6 de la mañana para llegar a la facultad una hora, hora y media antes de la primera clase para estudiar y aprovechando  cada hora y media libre o cada  clase a la que no asistía el profesor de turno. Ya podían haber sido más vagos los joíos! Solía salir a las 14.30 y tras coger dos buses,solía llegar a casa a 16.10, 16.15. Y la primera clase era a las 16.00 así que llegaba a casa, soltaba carpeta, bolso, y demás chismes y me ponía el chip de profe. Y así hasta las 21.00... todos los días! Bueno, los viernes no. Los viernes acababa a las 20.30!!!!!!! Por las noches, a veces estudiaba algo pero estaba reventada así que salvo casos obligados... cenar, algo de tele y cama. De media dormía unas 5 horas diarias (con suerte! lo de problemas para dormir no es exclusivo de la e.m.), y vuelta a empezar! A estudiar findes, vacaciones... Poco salir, mucho estudiar que ya os he dicho que las notas eran hasta buenas y to'! Y así año tras año. Y yo más feliz que una perdiz. Hoy, nada más recordarlo, me agota! Jajaja. Quién me iba a decir a mí que en unos pocos años no podría ni tan siquiera ir a la facultad! La vida es curiosa; si te hubieran prevenido, quizás hasta hubieras disfrutado incluso de aquellas cosas de las cuales te quejabas. Puede que hasta te hubieras quejado menos por los agobios, madrugones, y chorradas varias. Porque hoy, aún queriendo, ese tren ha pasado y es bastante improbable que, a corto plazo, vaya a dar la vuelta. Así que hemos pasado del hacer mucho y valorar poco al hacer poco y valorar mucho! No me neguéis que es pura ironía eh????

La clave está en lograr aprender a vivir prescindiendo de muchas cosas, y yo de eso sé, jajaja. No carrera finalizada, no trabajo, no salir sola, acompañada tampoco mucho pero esa es otra historia ;) Es duro pero cuando echas la vista atrás, encuentras también motivos para sentirte orgullosa  de todo lo que hacías. Porque la persona sigue siendo la misma y si pudiste hacer todo aquello, podrás seguir haciendo otras nuevas adaptadas a la situación. Porque tú sigues siendo tú. Eso no hay enfermedad que te lo robe.