lunes, 16 de mayo de 2016

LA DURA VIDA DEL PROFESOR (PARTICULAR)...

Cuando estás en pie para despedir a una alumna, que habla más que tú, porque esas cosas pasan, y tú, que precisamente has hecho un ejercicio que la fisio te mandó hace muuuucho, tienes la cintura como un poco... haciéndose recordar... y ella habla, tú hablas, tu madre habla. Y ella sigue hablando, tú sigues hablando (empezando a poner todo tu empeño por no tener que sentarte y continuar estoica en pie), tu madre sigue hablando. Y los minutos pasan y la alumna siiigue hablando, tú sigues hablando (empezando a recordar a su familia cariñosamente, familia a la que no conoces), tu madre continúa hablando. Y el tiempo sigue corriendo, y ella, llamémosle X, sigue hablando, tu madre sigue en ello también, y tú, que ya no te acuerdas de su familia tan cariñosamente, empiezas a tener un sutil mareíllo unido al ligero a la vez que insistente esfuerzo de tu cintura por hacerse notar, unido a su vez al no tan ligero esfuerzo por mantenerte en pie. Y mentalmente, e increiblemente, porque tu cabeza no suele estar para llevar dos pensamientos simultáneos habitualmente, comienzas a pensar en cuánto tiempo llevareis cascando porque tú te habías planteado subir y ponerte cómoda para leer en cuanto acabaras porque has empezado un nuevo libro que te tiene enganchada. Pero, no tan increíblemente, tu alumna sigue hablando, tu madre sigue en la conversación, y tú también, a la par que ya no te acuerdas de tu cintura porque ésta ha pasado a un nivel superior en su intención de hacerse recordar, el mareíllo ya no es tan sutil, ya creo que sigues en pie por la fuerza de la gravedad, ya lo de acordarse de su familia en términos sanos se acabó, y ya vas viendo demasiado acortadas tus posibilidades de ponerte a leer; bueno, quizás un ratito de nada. Y por fin llega el esperado momento! Que se despide! Y se va! Y tú tienes que sentarte porque tienes tal mareo y tal inestabilidad y tal de todo que como pienses en moverte, el resultado puede ser catastrófico. Y te sientas, bebes más agua (a estas alturas te sientes como un náufrago ahogado en sí mismo porque mañana tienes análisis y te tienen dicho: bebe mucho el día anterior que así se hidratan las venas y es más fácil cogerte alguna! Lo cual es cierto... a veces. Esto nos llevaría a otro post sobre: métodos de tortura pre-análisis.). Y cuando por fin estás en disposición de subirte, te cambias y cuando al fin coges la tablet y te acomodas en tu sillón, cosa que tu cintura te agradece hasta tal punto que le falta llenarte la cara de besitos, y por primera vez en mucho mucho mucho tiempo, te viene la inspiración para escribir esto, una información súper importante, casi clasificada, para nosotr@s los enfermos. Pero... inspiración de día? En serio? Como para desaprovecharla! Que no está la cosa como para esperar a acordarme de tanta sandez a la noche! 

Conclusión: tablet encendida consumiendo batería para naaaada! Y leer? Cero patatero!

Por cierto, he de decir que la alumna X es un encanto a pesar de lo que pueda haber parecido. La exculpo de toda responsabilidad. 

* Post en diferido!!!! La culpa es del brazo, que lo sepáis!

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