martes, 15 de agosto de 2017

DUELE...

Rabia que te da, aun sin quererlo, de que nadie valore lo que te cuesta estar estudiando italiano. Te cuesta todo de hecho, pero no seamos avariciosos. Sé, soy más que consciente, de que eso es así y realmente a estas alturas no lo pretendes pero hay alguna vez en que  ocurre, tienes una conversación en la que sale el hecho de que estás aprendiendo (el 'intento' lo omito, ya por instinto) italiano y cuando la conversación acaba, resulta que te cabreas y que te das cuenta de que lo que te cabrea es justo eso, que ese alguien no valora el esfuerzo, físico y mental, que te cuesta hacer algo así. Y sigues siendo consciente de que es una memez que te mosquees por eso porque lo contrario habría significado algo así como una hecatombe pero  aún así... Sabes que lo que en el fondo te duele es que nadie vea nada más allá de lo que ellos se supone que ven: una lisiada que tiene buen aspecto y que dice que tiene una enfermedad. Bueno, lo dijo cuando salió del hospital en su momento y poco más. Además, en el hospital no se supone que te curan?. Pues eso deben pensar. Si es que piensan, añado yo. Que vean a una lisiada no te molesta en sí, lo estoy, es un hecho y yo soy la primera que lo dice pero porque yo me he dado permiso. Punto. Porque me gusta reirme de mí misma. Yo soy así. Y ayuda. Pero la historia va más allá. Duele que no vean que realmente te cuesta un mundo estar estudiando. Duele que no vean que te cuesta un mundo estar trabajando. Duele que no vean que hay veces que hasta te cuesta un mundo pensar. Duele que no vean que te cuesta un mundo que te salgan las palabras o incluso las ideas al hablar. Duele que no vean que vives en un dolor casi permanente. Duele que no vean lo que duele, metafóricamente hablando, no poder caminar yo sola. Y eso sí que se ve. Duele que no vean lo que duele ser dependiente desde los 27 años. Duele que no vean o intuyan lo que se puede sentir cuando necesitas ayuda para que te partan la comida. Duele que no vean o intuyan lo que se puede sentir cuando no puedes ni cruzar la calle por ti misma. Duele que ni sean capaces de imaginar lo que se puede sentir. Duele que nadie sea capaz ni de imaginar lo que me cuesta levantarme por las mañanas y sólo vean los horarios que tengo. Sí, me levanto muy tarde. Sí, quieren que trabaje por la tarde? Es lo que hay. Quieren que aguante el resto del día como un ser humano? Es lo que hay. Duele que piensen que es capricho o vagancia. Duele que nadie se alegre como yo porque por fin puedo hacerme una coleta. Duele que no vean que con mucho esfuerzo y sólo a veces puedo limarme las uñas. Duele que no vean cómo se me hizo añicos la vida a los 27 años. Duele cuando te dicen que el verano lo llevamos todos igual de mal. Duele cuando te dicen que a todos se nos olvidan cosas.  Duele cuando el calor te afecta a la visión y te lo comparan con unas cataratas propias de una edad. Duele, y mucho, que te digan que siempre hay cosas peores porque por un comentario den por hecho que te estás quejando de tu dermatitis. Coñazo de dermatitis. 'Picorosa' dermatitis. Molesta dermatitis. A veces, anti-estética dermatitis. Bendita dermatitis si ese fuera el mayor problema sanitario de mi vida. Y duele, mucho mucho, que salvo algunos familiares, el neurólogo y la fisioterapeuta sean prácticamente las únicas personas que sean conscientes del esfuerzo diario, a veces más exitoso que otras, que haces por reír, por no quejarte, por hablar de esta enfermedad casi como si fuera una amiga, por tratar todos tus dolores casi como si fueran amigos. Por reírme con y de ellos. Por vivir. Y por no pensar en todas esas cosas que duelen. Y por no comparar porque eso, a parte de ser una actividad completamente inútil e injusta, únicamente sirve para demostrar la falta de empatía y egoísmo que existe en este mundo. Hay cosas peores que esto? Por desgracia, siempre. Las hay mejores? Por suerte, siempre. Me quita eso el derecho al pataleo cuando lo necesito? No. Si alguien no está de acuerdo conmigo, le cedo durante una semanita absolutamente todo con lo que he de luchar minuto a minuto (que es mucho más de lo que menciono...) y si su opinión sigue siendo la misma, me lo replantearé...