jueves, 23 de noviembre de 2017

EL CONEJITO DURACELL EMPIEZA A CANSARSE...

Alguno que otro que me haya seguido en mis entradas a este blog (que ya me gustaría a mí que fueran más pero si el pariente coñazo éste que tenemos por aquí dice que no, es que no...) habrá notado que últimamente me he vuelto más seria, verdad? O es sólo sensación mía? Porque me alegraría mil saberlo, jajaja. Pero supongo que todo va acorde a los estados de ánimo y el momento en que te encuentras. Y la verdad, empiezo a estar un pelín cansada. Bueno, seamos sinceros. Bastante cansada. Y de qué? Diréis vosotros. Pues de que este apasionado e intenso pariente (mejor 'pariente' que 'amiga' porque a los amigos los escoge uno y a los parientes no) no me dé un respiro. No suelo decir esto, ni me gusta y además me entra remordimiento cuando pienso en personas que han sufridos o están sufriendo un brote de los 'buenos'  y me digo que no es mi caso en este momento, gracias a Dios. Y pienso, en una de mis conversaciones conmigo misma, esas de las que alguna vez os hablé en que da la sensación de que tengo doble personalidad o algo por eso de tener conversaciones conmigo misma, que yo no tengo UNA cosa... 

Y es entonces, en estos momentos de confianza y sinceridad conmigo misma, cuando pienso: Ostris! Tú tienes MUCHAS cosas! Que no digo que los demás no, eh? (Veis? Mi sentimiento de culpabilidad emerge sutilmente...). Pero mi 77% de minusvalía me da el derecho a quejarme. Es cierto que siempre he intentado llevar todo lo mejor posible y con sentido del humor, y en ello sigo (no es un gran esfuerzo, es que yo soy así) pero también es cierto que poco a poco te vas sintiendo un poquito como la pila duracell que sí, sigue funcionando pero va trastabillando cada vez con más frecuencia. Desde que todo comenzó, oficialmente, hace 9 años te has 'reído' porque bah! eres dependiente... nada de caminar sola, nada de partir la comida, nada de salir o estar con gente sin tener la sensación de estar como en un mundo paralelo o sin terminar viendo doble, triple o cuádruple, nada de ducharte y lavarte la cabeza tú sola, nada de vivir sin estar mareada de una u otra forma, nada de ser capaz de 'vivir' varios días seguidos con un horario más o menos normal madrugando y aprovechando hasta por la noche sino teniendo que escoger entre vivir la primera mitad del día o la segunda porque si no, ni lo uno ni lo otro, nada de poder vivir sin pensar en tus movimientos de antemano pensando en las posibles consecuencias (se pone alfombra en casa o lo evitamos porque no suelo calcular muy bien y me la pego? no des ni un paso hacia atrás porque te la pegas! y un largo etcétera. Cuestión de supervivencia.). Controla lo que comes, lo que bebes, lo que haces, dónde y con quien porque además no te lo han puesto nada fácil. Y hasta aquí iba todo relativamente bien. Pero comienza con los problemas varios en espalda y brazo que te impiden ser lo libre que podías. Ya la pila empieza a fallar ocasionalmente. Y los dolores/espasmos que hubo de siempre pero que se cogieron sus confianzas hace ya y que ahora campan a sus anchas impidiéndote dormir, descansar, pensar, haciéndote vomitar. Y sí, por supuesto que estás hablado con el neurólogo que por supuesto te ha mandado medicación. Medicación que se va graduando y medicación que te hace la vida imposible (a veces piensas, peor el remedio que la enfermedad?) sumando a todo más mareos, más sueño, más falta de coordinación y estabilidad, problemas cognitivos acentuados...

Esto último está en proceso de arreglarse, espero! aunque sea en parte (más neuro y más neuro y más analíticas y bla bla bla) ahora que empezaba a estar contenta por una única cosa: el medicamento que se supone que ayuda a la marcha y equilibrio, tras no sé cuántos años empieza a dar sus frutos!!!!! No voy a dar la vuelta al mundo caminando pero oye! por poquito que sea... dar pasitos sola sin pensarlo para mí es equivalente a un viaje en globo alrededor del mundo. O casi.

Pero cada cosita nueva que aparece ya te implica un poquito más de esfuerzo, no aceptarla pero sí tomártela igual de jaja jiji. Aunque he de decir en mi defensa que sigo sin echarle la culpa de todo a la esclerosis! Hace poco leí, aunque ya lo sabía pero ni lo recordaba, que por ejemplo hay medicamentos cuyos efectos secundarios implican dolor de espalda. Guay, si antes tenia un amplio abanico de posibilidades que explicaran mis dolores, ahora hay uno más! Y lo mejor. Llevo  perdiendo pelo muuuuuucho tiempo. Tampoco estoy calva eh? Y yo siempre decía: 'es la primavera, que se cae más el pelo' o, en su defecto, 'es otoño, que se cae más el pelo'. Solo que en invierno y otoño se me cae también, pero yo aplicaba la misma teoría y tan feliz de la vida. Cuál es el problemilla? Que también suele ser por efecto de las medicaciones. Pero he decidido que mi teoría mola más!!!

Posdata: Si hubiera hablado de tooooooodos mis síntomas, esto en lugar de un blog se habría convertido en El Quijote. Con lo mal que se me dio siempre hacer resúmenes en el cole y fíjate ahora, soy un hacha!