miércoles, 28 de febrero de 2018

LA CAÍDA AL VACÍO

Y por aquí vuelvo de nuevo que ya iba siendo hora. Mucho tiempo, muchas cosas que contar y no sé ni por dónde empezar. Bueno, sí, empezaré por el final. Si esto fuera como el facebook, donde puedes poner tu estado, el mío sería: Animicamente bajo 0. En el subsuelo. De hecho, el máximo motivo de mis desapariciones y el motivo por el que me está costando tanto ponerme a escribir. Pero como siempre, hay que intentar no dejarse llevar por la desidia (al menos, hay que auto-obligarse aunque eso suponga un esfuerzo sobre-humano y un esfuerzo tal que te lleve  a estar tres meses sin escribir nada por aquí). 

Hace 15 días falleció mi abuela. Me atrevería a decir que eso precisamente no ayuda, no sé, llamadme tiquismiquis ;) Mi madre y yo cogimos un avión al día siguiente, llegamos directamente al tanatorio y entierro y la semana que siguió fue absolutamente agotadora haciendo lo posible por dejar arreglado lo más posible antes de nuestra vuelta a Granada. Lo único positivo del viaje fue que la e.m. me respetó. Eso y que descubrí cosas nuevas de mi e.m. Tras tantos años descubrí de dónde procede uno de mis mareos, el mareo constante que me acompaña de forma prácticamente permanentemente desde el comienzo. Jamás he logrado hacérselo entender a mi neurólogo (normal teniendo en cuenta que no me lo sé explicar ni yo a mí misma). Más que mareo propiamente dicho es como un estado semi constante en el que sabes que NO estás "normal". Y tras una semana en Gran Canaria creo saber que la clave está en la altitud. No nos afectan los cambios de presiones por ejemplo cuando hay cambios climáticos? Pues algo por el estilo. Altitud donde yo vivo: 740 m. Altitud en Las Palmas: 8 m. Qué inteligente te vuelves de pronto cuando pasas de encontrarte como una m**** a encontrarte medio decentemente! Vale, solo un cuarto de decencia, no hay que pasarse. Pero parece que es directamente proporcional. Solo he necesitado casi 10 años para encontrar una respuesta. Puede que errónea pero oye! Igual hasta me acerco... 

Ciertamente, si comparo ahora mismo, me encuentro físicamente algo mejor pero cada vez que se consigue algo con la medicación, suele durar poco y por fin (y lo digo como algo negativo) he llegado a un punto en que mi cerebro es como si estuviera atento a cualquier cambio, a cualquier síntoma, a cualquier posible vuelta atrás convencido de que ese momento llegará más pronto que tarde. Hubo un punto de inflexión, estoy segura de ello, cuando la nueva medicación me provocó un SUSTO. Sí, en mayúsculas. Casi me da miedo recordarlo porque lo pasé realmente mal. En esencia, debió ser una descompensación de la tensión y el mareo que ya de por sí me estaba causando la medicina, causó la peor sensación que he tenido en mi vida. Sabéis por dónde queda el inframundo? pues hasta allí sentí que caía, al vacío.  Caía,  caía y caía. De hecho, acabé sujeta a la mesa que tenía a mi lado. Las pulsaciones se dispararon de tal manera que tardé horas hasta  poder respirar hondo. Y a partir de ese momento, los ánimos que no estaban ya muy allá, quedaron en un estado .... (poned el adjetivo vosotros, mientras sea negativo, acertaréis). Todo se juntó, enfermedad, todo lo relacionado con la enfermedad, futuro, soledad... Y mi abuela. La única persona a parte de mis padres que preguntaba siempre, la única que me llamaba cuando tenía revisión para saber qué me habían dicho y cómo estaba todo. 

Ya os contaré más detalles porque este invierno está siendo inolvidable... El calor sienta mal? Pues el frío por ahí se anda. Esta mezcla de frío+ síntomas varios + efectos de medicaciones está resultando demoledora. Quiero crearme un micro-clima, mezcla del clima de Canarias y el de Granada. Si lo logro, ya os aviso y por un módico precio, sois bienvenidos!!! ;)